Las buenas historias no necesitan un final trágico para ser recordadas.
A los buenos mentirosos les gusta la limpieza de cara porque así la pueden volver a llenar de mierda.
El único dios es el dinero; tanto Alá como Jahvé como todo el resto son sólo sus fieles servidores.
A veces es mejor morderte la lengua que perder los sesos.
Antes de dar un paso, piensa. Porque si no estás seguro de que ése sea el paso adecuado, la tierra que te sostiene se puede venir abajo.
Sin animales, la vida humana no tendría ningún sentido.