Ya grabé mi nombre en una bala
ya probé la carne de cañón.
Fito y Fitipaldis
He probado mil y una estrellas
que sabían a fuego (fugaz).
Aunque tal vez, quizá, no fueran tantas,
tal vez ya no sé contar.
He saboreado mil placeres distintos,
mil
maneras de vivir;
mil
corrientes de aire
han llenado mis pulmones,
mil
paisajes se han clavado en mis ojos.
O tal vez fueran más o menos,
tal vez ya no sé contar.
He hecho en cualquier caso
muchas pocas o ninguna cosas
y las he hecho o no
dependiendo de qué llama
ardía en mi sangre.
He dibujado a las 3 de la mañana
cuerpos desnudos
y me he escapado para mirar el cielo
y pensar y soñar y
llorar.
(Aunque llorar no muchas veces).
En cualquier caso,
me he escapado muchas veces de mi vida
a algún lugar mejor o peor
más bonito o más feo
con el único fin de escapar.
Puedes llamarme
cobarde
y puede que quizá te dé la razón
si me paro los segundos necesarios para escucharte
y pensar y estar de acuerdo contigo.
Seguramente no lo haga,
porque seguramente serás alguien
poca cosa
que ni conoceré ni querré lo suficiente
como para perder tiempo contigo.
Seguramente
no serás ni un amigo ni una amiga
ni te habré dicho nunca te quiero
ni me habrás visto sonreír
ni habrás escuchado de mi boca un lo siento.
Te diría que lo siento
si fuera cierto.
Mala suerte, viajante
de este camino incierto que es la vida
(o no).
Como decía, me he guiado muchas veces
por mí misma.
(Si se me permite el comentario:
la gente pasa y se va
y se va muchas veces sin saber
qué color tiñe mi alma.
¿Mala suerte viajante?).
Sin saber pequeños detalles como
que me gusta el olor de tierra mojada
de césped cortado
y de mi perfume
y de tinta nueva sobre papel
y de libro viejo o nuevo me da igual
con tal que sea libro.
Que me gusta el metal pero
también escucho
Carmina burana.
Que la noche me inspira
y me pongo a escribir estas cuatro líneas
que de aquí poco serán diez
sin decir nada, nada de nada,
esto no tiene ni argumento ni personaje
ni final feliz
sólo
hilo de pensamiento
¡pam!
disparo y ya lo tengo
fogonazo al rojo vivo
destello
¿ingenio?
alma.
A todo esto iba el hecho
de que estoy enamorada.
No sé quién eres
que lees esto
(quizá eres ella)
pero tengo que decirte que la amo.
Y a veces soy
algo así como gilipollas
y no soy como quiere
y como quiero.
A veces me encierro.
Todo esto no es nada, nada
y seguramente no te importe
porque lo más seguro es que seas nada de nada
menos que nada
polvo
¡bum!
ceniza
ódiame por tener un arma
(¿quien dijo que la poesía es un arma
cargada de futuro?)
y dispararla;
me da igual si te hieres
y te desangras.
Sé que no podrás morirte nunca;
al menos no
hasta que mueran
tus palabras
y te parecerá ridículo y tosco y
una respuesta instintiva a la muerte
el decir esto
(a mí en parte me lo parece)
pero una parte de ti de tu alma
será eterna
si alguien
la recuerda.
Todo esto iba porque
aunque a ti no te importe
y a mí poco o menos lo que pienses,
me siento triste
¡triste!
tristeza vil desgarradora negra oscura gris ceniza
colores
de muerte
aunque yo sigo viva
y vivo por ellas
(por mi María
y por ésas almas
pequeñas
impresas
que destacan sobre las otras
y es que las otras son mierda
en su gran mayoría)
¡Oh! Quizá debiera disculparme
por este ataque
gratuito
(si quieren les cobro)
pero no estoy de humor
no me sale de los ovarios
y punto
ser más falsa que una máscara
veneciana
de esas que dibujan muecas
demasiado perfectas
y todo el mundo lo sabe, lo sabe, son pintadas...
Yo soy sincera
cuando le digo que la quiero
que la quiero que la adoro
que la amo
que la quiero aquí conmigo
y si me lo repito es no para mí
sino para ella
porque sé que soy un poco torpe
un poco lerda
o mucho o bastante
se me ha olvidado
el adjetivo
pero la sinceridad
es lo que cuenta...
No echo de menos
muchas de las cosas que creía
que echaría de menos.
Porque ahora todo
lo que ocupaba mi mente
lo ocupa Ella.
(Y sí, lo escribo con mayúscula,
al igual que algunos escriben dios,
aunque yo a ése señor
no le conozco,
así que le voy a tratar
como a esos otros señores que no conozco,
como por ejemplo
su gran amigo, el dinero).
Ella está ahora aquí conmigo
porque es mi Musa
aunque suene cursi típico tópico
y todas esas menudas guarrerías
que queráis decirme
y por más que las digáis ella está aquí conmigo
con esos ojos de color incierto
verdes y almendra
y vosotros sois unos putos cerdos envidiosos de mierda
si no alcanzáis a verla
entre las líneas de este poema no-romántico
anti-romántico
lleno de sensiblonería cursi típica tópica
pero sincera
porque ella impregna cada una de las palabras
y mi otro amor, que es la palabra
me va quitando la tristeza del alma
la voy virtiendo toda aquí
en estas palabras
ella me vacía y me llena de algo raro confuso
nunca he sabido describirlo
y eso que y no es por fardar
sé bastantes adjetivos
una gloria pura puta grande victoriosa
que me llena las venas como sangre o veneno
o ambos
como ella la otra la María mi dulce musa
néctar
a mis ojos a mis orejas
a mi cerebro raro enrarecido contaminado de ternura
a mis brazos que tiemblan de deseos de abrazarla
tumbarme a su lado
y llenarla de besos largos intensos calientes y tiernos
poder susurrarle cuanto la quiero
y
cogerle la mano
ésa mano que no soltaría nunca,
ni en el Fin de los Tiempos.
